ORDO AB CHAO

Los Misterios Eleusianos

Expresa Lorenzo Frau Abrines que "nadie podría dudar de que los Símbolos fueron el lenguaje casi universal de la teología antigua.

Y fueron hombres de verdadero genio quienes "fundaron" los Misterios o secretas Asambleas de Iniciados, quienes en los albores del mundo enseñaron, bajo símbolos enigmáticos para su comprensión, la necesidad de purificarse antes de "descender" a regiones ignotas, so pena de caer en "el profundo abismo", ya que sólo a quienes se hayan liberado de las impurezas mundanas les era permitido gozar de la Divinidad: esta era la absoluta seguridad de esos iniciados, al ser admitidos en la Sociedad de los Dioses, al decir de Platón en su "PHEDO" o "FEDOM", donde trata de la inmortalidad del alma escenificando el final de Sócrates.

Los griegos consideraron la iniciación como una "muerte mística", que borraba las imperfecciones, purificaba el alma del recipiendario con AGUA y FUEGO, permitía nacer a una NUEVA LUZ y quedaba bajo la protección de los dioses.

No se puede afirmar el origen netamente egipcio de los Misterios, ya que cabe la posibilidad que hayan llegado procedentes de la India y Caldea, países en donde nació la magia y la Cábala, aunque el trasfondo de los misterios se basa principalmente en la fábula de Osiris, o sea, en la Verdad Revelada por Alegorías, que sirve de modelo a todos, como los de CERES y PROSERPINA, a los que nos ocupan.

Voy a basar esta investigación en especial en los trabajos del rumano MIRCEA ELIADE, plasmados en su obra "HISTORIA DE LAS CREENCIAS Y LAS IDEAS RELIGIOSAS": es ELEUSIS, hoy LEPSINA, una ciudad griega situada en el ÁTICA, al noroeste de ATENAS, en donde en la antigüedad se celebraban los Misterios, en relación con el culto de DEMETER y su conexión con PERSÉFONE y DIONISIOS.

Estos Misterios simbolizaban la Muerte y la Resurrección de la simiente del trigo y, por extensión, del alma humana; representados en el mito de PERSEFONE, eran celebrados en una sala oscura, con intermitencias de luz, que significaban la Esperanza.

La fuente literaria más antigua de estos Misterios es el himno de HOMERO a DEMETER, que data del s. VIl a.C. y que comenzaba diciendo: "Dichoso el hombre que viviendo en su tierra ha contemplado estos Misterios".

Esta Ceremonia de Iniciación se dividía en cuatro partes:
1. Preparación y purificación del Neófito.
2. Transferencia de "Objetos Sagrados", fórmulas orales, objetos simbóli­cos, que eran "tocados" por él.
3. Narración de leyendas por los oficiantes de la ceremonia, y
4. Prohibición ABSOLUTA de revelar a quien no fuera Iniciado, todo lo concerniente a los actos realizados.

El Himno Homérico une en su relato el mito de las dos diosas de origen Ctónico y la fundación de los Misterios, que a grandes rasgos relata el rapto de Perséfone (Koré), hija de Deméter, por Plutón (Hades), dios de los infiernos, quién fue buscada por nueve días por su madre sin ingerir en ese lapso la AMBROS.IA, hasta que conoce que fue orden de ZEUS, razón por la que no regresa al Olimpo y, mimetizada, se dirigió a Eleusis, en donde, a través de KELEO, hija del rey se introduce en la corte, en donde la colocan de nodriza de otro hijo del rey con METANEIRA, llamado DEMOFON. Allí le ofrecieron comida y bebida pero sólo aceptó el KYKEON, una papilla a base de cebada, agua y poleo, que por el Cornezuelo de Centeno, hongo de su descomposi­ ción, se convierte en una droga psicótropa. (Vale la pena recordar en hechos más reciente, la historia de las Brujas de Salem). Trató por el fuego y frotes de ambrosía de convertirlo en dios, pero la madre descubre este acto y no lo entiende, lo que hace expresar a la diosa "Hombres ignorantes e insensatos que no distinguís vuestra suerte ni vuestra desgracia", lo que significaba que el niño sería mortal, se reveló como era en realidad y exigió un "gran Templo y un altar debajo", en donde a partir de ese momento enseñó los ritos a los humanos y provocó una gran sequía, por la amargura que le proporcionaba la ausencia de su hija, a quien ante estas calamida­ des, Zeus ordena a Platón devolver. Este la marca con un "grano de granada", asegurando así su regreso por temporadas, al Hades.

Con ello se logró que Deméter regresara al Olimpo y terminaran las sequías, y el grano volviera a germinar, y reveló sus Misterios a cuatro Hierofantes: TRIPTÓLEMO, DIOCLES, EUMOLPO y KELEO.

La historia de Demofón, el niño rey, recuerda mitos aún más antiguos de la "Era Primordial", en la que la inmortalidad del hombre es impedida por un dios, debido a su estupidez, copiada por todas las tradiciones religiosas. En esta Mitología se pretende transfor­ marlo por medio del Agua y del Fuego, aunque esta forma de inmortalidad no es lo que se transmite con la Iniciación en estos misterios, sino modificar la condición humana, logrando bienestar y felicidad posterior a la muerte, en este caso simbólica, recogidos en un estribillo del himno mencionado, que enseña a conocer el fin de la vida (llevada hasta ese momento por el profano) y reconocer el comienzo al nuevo estado (más allá de la muerte iniciática), donde dejará de ser "una sombra triste y exánime", que era la situación temida siempre por los héroes homéricos.

Explica Eliade que el rapto, es decir, la muerte simbólica de Perséfone, hizo que una diosa Olímpica y buena descendiera temporalmen­ te al reino de los muertos, anulan­ do así la distancia que existía entre el Hades y el Olimpo.

El primer santuario era una cámara hipóstila, construida, según el Himno, aproximadamente en el s. XV a.C., época en que los Misterios empezaron a celebrarse para que "aportara la esperanza con miras al término de la vida y para toda la eternidad", al decir de ISOCRATES, en el s.IVa.C.

La Iniciación tenía una parte Exotérica, conocida por todos y una Esotérica, la TELETE, corres­ pondiente a los Ritos Secretos y la EPOPTEIA o Visión Suprema que jamás fueron divulgados y aún hoy son desconocidos.

HH:., interesantes comparaciones se desprenden del estudio de estos Misterios y a los que sólo debemos el haber estado en la mente estudiosa de los que nos precedie­ ron en el Arte Real:
a). Todos debían tener las "manos puras".
b). Participación preliminar en ritos de selección.
c). Guiados solemnemente por un Tutor.
d). Ruidos, insultos, antorchas como función Apotropaica, durante la ceremonia.
e). La ceremonia conlleva LEGOMENA, que eran los textos de las fórmulas rituales pronunciadas, y lo demás es secreto.

Se han realizado esfuerzos para comprender estos secretos y se ha recurrido, con beneficio de inventario, hasta a los apologistas cristianos, que nos dan a entender que las pruebas a los iniciados incluían un estado errante en la oscuridad, expuesto a ruidos y acciones terríficas, para, al final ser "inundados por una luz maravillo­sa", que les permitía descubrir lugares "puros y bellos", en contraste con los no iniciados, inmersos en el"fango y la niebla", con temor a la muerte, que los otros ya han vencido y sin expecta­ tivas de alcanzar la plenitud.

Eliade destaca que por investiga­ ciones arqueo-lógicas han demos­ trado la inexistencia de cámaras subterráneas y sí la presencia de una "caverna" que señalaría la entrada a "otro mundo", el infer­ nal, en la profundidad de la Tierra, acorde con el concepto de que éste pertenece a los Dioses Ctónicos, habitantes de estos sitios.

Llama la atención una anotación de Hipólito, en el s. III, quien afirma que a los neófitos se les presentaba una espiga de trigo al comienzo de la ceremonia. Pero hay que reconocer las marcadas diferen­ cias entre ritos: el regreso de Persófene y el reencuentro con su madre constituían el episodio central de estos misterios y desencadenaban una experiencia religiosa, al entrar el iniciado en posesión de un secreto divino, que le mostraba la continuidad entre la vida y la muerte. Ellos no eran ni Iglesia ni Sociedad secreta en el sentido Helenístico y su principal aportación fue del orden soterioló­ gico.

Los Misterios nos muestran una Diosa, la más popular en Grecia y la más antigua, ya que es la continua­ ción de las Neolíticas y debemos recordar que no es el único misterio antiguo, ya que, al parecer, de ellos se derivan otros, como los de ANDAN lA y LICOSURA, en países nórdicos los de CABIROS, en Atenas también los de SABALIO, demostrando que los de ELEUSIS no eran exclusivos, sino que formaron parte de un sistema, más amplio, que no conocemos, al no poder penetrar en el secreto de sus Iniciaciones.

Cito nuevamente a Mircea ELIADE, cuando expresa "que el entender que el valor cultural del secreto y de la religiosidad no han sido dilucidados, ya que todos los avances del hombre en cualquier campo llevan implícito el concepto de "secreto" y sólo los Iniciados entraban en posesión de ellos, aseguraba así excelentes resulta­ dos, aunque el modernismo ha llevado a personas ajenas a los conocimientos, sin que en el fondo se haya perdido del todo el sentido del secreto".

Estos Misterios, dentro de lo singular de ellos, se convirtieron en "molde" para otros Ritos Mistéricos, donde "el secreto aumenta de por sí el valor de lo aprendido", al decir de Plutarco. Ellos aportaron las interpretacio­ nes del Secreto lniciático en la cultura europea y sigue todavía en las mentes de los miembros de las diferentes Sociedades Secretas e investigativas de hoy.

Bibliografía: Historia de las Creencias y las Ideas Religiosas (Tomo 1), Mircea Eliade (Paidos). / Diccionario Enciclopédico de La Masonería (Tomo 2}, Lorenzo Frau (Valle de México). Diccionario de Ciencias Ocultas,J.F. Alonso Fdez­ Checa (Esposa S.XXI}. / Enciclopedia de las Creencias y Religiones, Jorge Blaschke {Intermedio). / Diccionario Esotérico, Zaniah (Kier). / Historia del Mundo (Tomo2}, Pijoan (Salvat Editorial). / Diálogos {Fedom o de la Inmortalidad del Alma), Platón (Boreal). /



Q:.H:. Francisco José Flitz Leal.

Soberano Gran Comendador